Mi nombre es Antonio Marazuela Llorente y nací en esta bella ciudad de Segovia. Estudié Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid y me hice profesor de Yoga en la Escuela de Sivananda, en Val-Morin, Quebec, Canadá. He trabajado como Orientador Escolar en Infantil, Primaria y Secundaria, compaginando en todo momento la consulta privada como terapeuta y las clases de Yoga.

En el contexto escolar he dirigido Escuelas de Padres, he impartido conferencias, talleres y cursos sobre desarrollo personal, técnicas de meditación, relajación y autoconocimiento. Tras múltiples especialidades y formación académica, sigo siendo un entusiasta de mi trabajo y creo reconocer que encontré el sentido a todo ello y no es otro que el servicio a los demás.

Si la psicología me enseñó a entender, describir y explicar la conducta humana, el Yoga me enseñó a trascenderla, a conectar con la espiritualidad más profunda que anida en todo ser. Hoy, tras más de 35 años de práctica profesional, mantengo vivo el interés por aprender, por viajar, por conocer personas que enriquezcan la vida.

Mi deseo de escribir surge de esta experiencia cercana con el sufrimiento humano y el interés por aportar mi granito de arena, para que cada uno pueda narrarse la vida como protagonista y no como víctima, sabiendo que somos capaces de elegir la actitud con la que afrontamos nuestra existencia.

Sin duda, el mejor antídoto para envejecer es seguir aprendiendo, disfrutando del presente, de las buenas relaciones y de todas y cada una de las oportunidades que nos brinda la vida para reconectar con nuestra paz interior.

Convencido de que estamos jugando a vivir, elijo seguir disfrutando del viaje, como un niño curioso, de los amigos que suman, de los buenos libros, de asumir mis propias contradicciones, de recoger las lecciones del pasado y encarar cada día como un acontecimiento irrepetible.